
Al enfrentar situaciones difíciles debemos tener en mente que nosotros podemos decidir cómo nos marcarán y qué haremos para sacar lo mejor de las circunstancias.
“Una crisis te marca para bien o para mal. Víctor Frankl, neurólogo, psiquiatra y autor del libro ‘El hombre en busca de sentido’, cuenta en su libro que a él le quitaron todo, perdió a su familia en los campos de concentración, pero dice ‘Nos pueden quitar todo lo que tenemos en la vida, excepto una cosa, la libertad de elegir cómo reaccionar ante una situación’”, recuerda la coach Astrid Marín.
Frankl vio en su experiencia una oportunidad de crecimiento personal. Él se visualizaba en un aula contándole a los estudiantes todo lo que había pasado, se aferró a sus sueños.
Enfrentar situaciones difíciles
Los últimos meses han traído crisis económica para algunos sectores productivos, mientras que a otros les ha ido muy bien. “Los que salieron del shock se han fortalecido más rápido”, asegura Astrid.
Esta época nos ha obligado a reinventarnos porque ha cambiado la forma en que satisfacemos nuestras necesidades. “La gente quiere comida del restaurante, pero no en el restaurante. Quiere comprar, pero no ir a la tienda”. Quienes se adaptaron a esto pronto han ganado.
“Ahora te toca identificar en qué lado de la balanza estás, en el que se adaptó o el que se quedó en shock. Si es necesario cambiarte de lado, te cambiás”, dice.
Es vital que tomés conciencia de que las circunstancias no nos definen, sino las decisiones que tomamos y el momento en que lo hacemos. “Vos elijís si llorar y gastar pañuelos o salir a vender pañuelos”, dice.
“Te cuento mi experiencia, yo soy coach, y por un tiempo todo quedó paralizado. Una amiga y yo decidimos seguir trabajando en lo que amamos, aunque fuera gratis. Hice dos talleres, uno sobre valores, otro para emprendedores. Nos mantuvo con el deseo de hacer cosas y ayudar gente”, comentó.
De víctima a protagonista
De acuerdo con Astrid, hay que entender que en la vida se pasa por diferentes etapas y no las podemos saltar, aunque queramos.
“Por ejemplo, este momento de pausa es momento de sembrar, de autoanalizarme, de preguntarme qué puedo hacer por otros, ser creativa, retomar proyectos que había dejado, revivir una relación para el que antes no tenía tiempo. Sacaremos cosas buenas de este momento siendo responsables a nivel individual de nuestra vida y nuestras decisiones”, afirma.
Suena simple y lo es: cada uno es responsable de lo que piensa, lo que siente y lo que hace. Cambiar el pensamiento nos permite pasar de víctimas a ser protagonistas. “Es empoderarnos, decir esto es lo que hay, ante cualquier situación difícil, aceptarlo y decidir qué hacer con esa circunstancia para sacar lo mejor”.
Tenemos la capacidad de elegir nuestros pensamientos, de cambiar los pensamientos negativos por pensamientos positivos, eso nos permite sentirnos bien. Si nos sentimos bien, actuamos de forma congruente con ese sentimiento, el resultado será bueno.
“Lo que hay, hay, no lo podemos cambiar. Si resultaste afectado por la crisis hay que aceptarlo, luego pensar qué hacer con lo que sabés hacer. Date cuenta de que la gente sigue teniendo necesidades y debemos adaptarnos para satisfacerlas”, dice Astrid.
Hay esperanza y mucho que hacer. “Debemos ser creativos, entender la situación que vive la gente ahora”, afirma.
Para ella misma este tiempo ha sido una oportunidad, pues logró concluir un proyecto que tenía desde hacía varios años: escribir su libro “40 Días para cambiar tu mente”, que es un programa de coaching. “Este es un ejemplo de las cosas que dejamos botadas porque no tenemos tiempo”, dice.